Kevin Piette, paratleta francés, entró en la historia de los Juegos Olímpicos, tras participar en el recorrido de la Antorcha Olímpica. El tenista de 36 años hizo el revelo en Poissy, al noroeste de París, a lo largo del río Sena.
Once años atrás, Piette sufrió un accidente que lo dejó sin movilidad en sus piernas. A pesar de su paraplejia, el francés regresó al deporte como paratleta de Tenis. Además, se unió a una compañía de robótica y se convirtió en “piloto” de exoesqueletos.
El exoesqueleto que el atleta usa para caminar es desarrollado por la empresa francesa Wandercraft. Se trata de un exoesqueleto llamado Atalante X que permite el acompañamiento de los pacientes con pérdida de movilidad durante el proceso de rehabilitación.
En Europa este exoesqueleto está indicado para pacientes adultos con paraplejia motora completa, paraplejia motora incompleta y hemiplejia secundaria a un ictus u otra causa de lesión cerebral adquirida.
La ceremonia de apertura de los Juegos de la XXXIII Olimpiada está programada para el 26 de julio en París, Francia.
